“El concepto Black Friday en España no puede funcionar por una cuestión muy sencilla: las culturas de consumo americana y española no tienen absolutamente nada que ver. Por lo tanto, no cabe esperar que los patrones, motivaciones, necesidades y estímulos de compra funcionen por igual entre ambas sociedades.
Lo que hacemos en España no es “Black Friday”, es una especie de “refrito de mercadillo” en el que picaresca, necesidad, oportunidad, (la tan necesitada) ilusión, miedo a perderse parte del premio y (por qué no decirlo) cierta aspiración por robar un trozo de la tarta a aquellos a los que les va bien, están llevando al sector retail a enlazar rebaja tras rebaja, reducir un poco más sus márgenes cada vez, “commoditizar” sus productos y servicios, tener que liderar en costes sin poder hacerlo anhelando ese “chute de dopamina” que llega con el email de confirmación de pedido (o en los casos más severos, con un “me gusta” en la red social de turno) y convertirse en meros espectadores y vehículos publicitarios de las marcas que representan. En resumen, a “competir” viviendo en una constante rebaja, viendo como aquellos que pueden aplicar economías de escala, disponen de presupuestos millonarios para invertir en publicidad y ejércitos de marketeros (muy buenos, por cierto) currando día y noche para mejorar año tras año, no solo te adelantan por la derecha a 300 km/h si no que también les seducen y hacen creer que ellos, con sus recursos, pueden hacerlo.
Sucede un poco como con la lotería a la que todos jugamos por no quedarnos fuera de un hipotético premio, con la ilusión de ganar y viendo (con cierto hastío ya) como año tras año el que gana siempre es otro. Estuviste cerca sí, pero no lo suficiente”.
He citado estos párrafos pues fueron parte de un interesante debate que mantuvimos la semana pasada durante un curso de publicidad digital que tuve la oportunidad de impartir (Gracias, ADMEC por la invitación) y me ha parecido una excelente introducción a mi enésimo artículo sobre el Black Friday: el “loop” de moda que, en mi opinión, puede ser “el tiro de gracia” a un sector, el retail, que parece tener un pie en la tumba y otro sobre una piel de plátano. ¿Y tú, estás de acuerdo?
Bueno, hasta aquí llega mi opinión. A partir de aquí, puedo contarte datos y algunos tips que pueden funcionar en tu estrategia si no quieres sufrir “ofertadependencia” para poder competir en el sector al que te dirijas. ¿Qué hemos hecho nosotros durante este Black Friday por vertical de especialización? ¡Pues currárnoslo, como siempre!
- Alimentación premium (carne, conservas, productos lácteos y mermeladas): +258% de ventas
- Belleza (productos de peluquería, belleza y cuidado personal): +198%
- Decoración de lujo y lifestyle: +111%
- Alimentación animal: +123%
No tiramos cohetes, pero estamos contentos. Para haber sido anunciado como el trimestre del “Apocalipsis económico mundial” no nos ha ido tan mal.
Ahora, si tú también quieres sacar un buen rendimiento de tus próximas campañas de Navidad, Black Friday, el día del Somormujo o cualquier otro día que algún genio de las ventas se invente para poder atender la demanda atroz y voraz que nos guía, esto puede interesarte:
- No compitas por visibilidad ni atracción de clientes en estas fechas. Las subastas en los medios “echan humo” y vas a pagar muuuucho más
- Trabaja tus estrategias a lo largo del año. Habrá clientes “buscachollos” dispuestos a esperar al loop de turno para comprar tus productos, pero el resto estarán dispuestos a hacerlo durante todo el año
- Selecciona muy bien tus promociones y ofertas. Bajar el precio es fácil, pero subirlo después…
- Asimila este concepto: existen productos y sectores tan maduros en los que tu oferta no tiene cabida. Asúmelo, busca otro momento y oportunidad de venta
- Ten “personalidad empresarial” para decirles a tus clientes que tú quizá seas más caro, pero aportas mayor valor (y explícales bien dónde y cómo)
- Sé consecuente con tu estrategia competitiva: si puedes liderar en costes, adelante. Disponte a diseñar la mejor oferta; si apuestas por diferenciación, quizá estas no sean tus ventanas de venta. Y tranquil@, si lo haces bien, tus clientes no te abandonarán por una oferta mejor
Y si me lo permites, voy a darte un último consejo muy importante y útil para mi. Quizá no te ayude a vender más de inmediato ni a desarrollar estrategias de marketing infalibles, pero seguro disfrutarás más de tu profesión: no te desanimes, ni te dejes llevar por la tristeza si no consigues los resultados que persigues aún; pero tampoco te contagies de una excesiva alegría y optimismo ajenos; controla tus expectativas y disfruta. Lo importante no es el destino, es el viaje.
Alvaro Galán
Director de proyectos en Alvaro Galán
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